Madre
 

 

Fábrica ambigua de ansiosos biseles,

seno que acude a voraz singladura,

amalgama que acendra siendo impura,

madre, un niño dura donde dueles.
 

Si el fuste unce a la tierra capiteles,

tu ascenso circunvala y asegura

un lecho ciego a la carne madura

con hieles mistrales y ahincadas mieles.
 

La pátina que cubre la pupila

no te arredra: de láctea haces la mancha

vía, al aire imanado que aniquila.
 

Nadie se ve cuando el tiempo se ensancha,

reducidos los rasgos a bosquejos,

con ajada acuidad caer a lo lejos.

 

 

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