Epitafio

  

 

recto:

  

Ascenso eres, aire armado

con los jáculos del trino,

tenue, uno y ya del hado,

aunque surca tu calado

sitio ileso, peregrino.

  

verso: 

 

Yerro solo en el trasueño

si me cela tu destino,

salvo en ti, en nadie, arde, leño,

y cura el canto y mi empeño

con la sed de tu camino.

 

 

 

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